lunes, 10 de septiembre de 2012

¡Qué poder tienen las mujeres!. La reina Ester.

En esta ocasión me gustaría contaros la historia de una mujer con una gran fortaleza y dignidad. Porque ¡qué poder puede llegar a tener una mujer!


Os hablo de Ester, una joven que no solo aceptó el destino que Dios le había puesto en su camino, sino que supo afrontar los retos que se le pusieron en el camino con gran valentía y coraje; y cuando hablo de reto hablo del mayor reto al que se puede enfrentar una persona: arriesgar tu vida para salvar a tu pueblo de un inminente exterminio.

Pero empecemos por el principio:
De los descendientes de judíos exiliados a Persia nació en la ciudad de Susa, Hadasa, una pequeña niña cuidada por su tío Mardoqueo, porque ella no tenía ni madre ni padre.
La joven era de bella figura y hermosa apariencia. Cuando murieron sus padres Madoqueo la tomó como su hija.


La joven Hadasa vivió su juventud en la ignorancia de que su camino se cruzaría con el hombre más importante de toda Persia: El Rey Asuero.

El Rey Asuero, actualmente conocido como Jerjes reinaba en esos tiempos en 127 provincias, desde la India hasta Etiopía. Un hecho importante aconteció en el palacio del Rey y que significó el gran giro de la vida de muchas personas en Persia.

En el tercer año de su reinado organizó un banquete para todos sus magistrados y servidores, los jefes del ejército de Persia y de Media, los nobles y los magistrados de las provincias; en aquel banquete se mostraba durante 180 días la riqueza de su reino y el esplendor de su grandeza.

¡¡Eso son seis meses de banquete!! y nos quejamos nosotros de las comidas familiares. Bueno en el séptimo día de banquete, el Rey envuelto en la fiesta llamó llamar a su esposa la Reina Vasti, una mujer de gran belleza y ordenó que llevara su corona real y así mostrar su belleza a todos los asistentes al banquete.

La Reina Vasti vio esto como una ofensa ya que no se consideraba un trofeo al que mostrar a un puñado de hombres borrachos. Muy honorable a mi parecer.
El negarse a ir al encuentro con el Rey suponía una gran ofensa y Asuero enfureció y ordenó que la Reina nunca más volvería a su presencia y otra mujer con más "dignidad real" la remplazaría como reina.

Por lo que todas las muchachas de Persia en edad de casarse acudirían a un encuentro con el Rey y éste elegiría de nuevo esposa y reina.

Centenares de chicas fueron obligadas a ir a palacio para prepararse como futura reina, entre las que se encontraba nuestra protagonista, Hadasa. Aunque ella al principio rehusó de ir porque no quería abandonar su casa, su tío la mostró que si Dios había puesto esta nueva experiencia en su camino sería por algo.
Antes de partir su tío Mardoqueo la aconsejó que ocultara de donde procedía, que ocultara su nombre y su cultura, vamos que no podía decir que era judía por su seguridad, por lo que su tío decidió rebautizarla con un nombre persa: Ester, que significa "estrella".

Durante un año todas las pretendientas se prepararon, o las obligaron a prepararse, a conciencia, para su encuentro con el Rey. Se sometieron a tratamientos de belleza durante seis meses con aceite de mirra y otros seis meses con perfumes y ungüentos.




En ningún momento dejó de ser ella misma, aunque tenía todas las riquezas del mundo y una multitud de sirvientes dispuestos ha hacer cualquier cosa por ella, no dejó que su corazón se transformara y permaneció fiel ante su familia y ante Dios.

La belleza del carácter de Ester encandiló a toda la corte nada más llegar al palacio. Su encanto y elegancia se paseaban allí donde fuera, su reserva y su misterio provocaba curiosidad en todos y su espíritu siempre dócil la ayudó a ser una de las favoritas para convertirse en reina.

Ester es el claro ejemplo de que una mujer puede ser bella, tanto por dentro como por fuera. Se perfumaba, usaba cosméticos y realzaba sus puntos fuertes sin parecer falsa, aprovechada o superficial. Es cierto que aunque todo el mundo en palacio quería a Ester por como se comportaba con los demás y la gracia que rebosaba, su físico fue su puerta de entrada y su futura coronación.


Y llegó su gran momento, puso toda su voluntad en hacer lo que Dios estaba tramando en su vida, y se dejó guiar con convicción y seguridad de que Dios no actúa en vano, sino que tiene un propósito para nosotros.

Ester fue capaz de romper el duro corazón del Rey y devolverle la felicidad que los años le habían quitado. Después del año de preparación el encuentro con el Rey llegó y éste no se pudo resistir a los encantos de Ester, se enamoraron; fue elegida de entre todas las candidatas y proclamada reina de Persia.


Pero haciendo honor a su palabra no reveló de donde venían sus antepasados ni cual era su pueblo.

Pero no todo en esta historia es hermoso, en las sombras se tramaba algo. La mano derecha del Rey, un hombre despiadado, sin escrúpulos y procedente de un pueblo que odiaba a los judíos embaucó al Rey con orgullo de la posición que tenía en toda Persia y el poder que podía seguir consiguiendo para que decretara una orden en la cual todos los judíos que vivieran en el territorio de Persia serían condenados a morir.

Mardoqueo el fiel judío y amado por todos quedó devastado con esta orden, se rasgó las vestiduras y ordeno que todos los judíos ayunaran mientras encontraba una solución. Su solución fue Ester. Ahora estaba por encima de todos en Persia excepto del Rey, era la única que podía salvar del exterminio a su pueblo; tenía que conseguir que el amor que le profesaba el Rey se volviera a su favor.

El único problema es que el Rey era quién decidía cuando verla, ella no se podía presentar sin ser llamada, sería la misma ofensa que la Reina Vasti cometió.
Pero Ester no podía permitir  que su pueblo y ella misma perecieran. Fue en ese momento cuando entendió el llamado de Dios a que fuera reina, hasta ese momento no sabía porqué la había alejado de su pueblo y porqué no podía decir quién era... pero ahí comprendió que si no hubiera llegado a reina, ahora no podría hacer nada por su pueblo.

Decidió vestirse con sus mejores galas, y presentarse ante el Rey sin ser llamada, aunque eso le pudiera costar la muerte, para defender lo que era suyo. El Rey estaba en la corte con los jefes del ejército en pleno debate para atacar Grecia. Cuando las puertas de la Corte se abrieron y apareció la Reina Ester, el Rey enfureció, no había sido llamada, y cuando los guardias fueron a detenerla sabiendo cual era el castigo por presentarse sin ser llamada, el Rey palideció y sintió un gran dolor en el corazón al pensar que Ester iba a morir. Detuvo a los guardias y dejó que la reina hablara, aún sin la aprobación de su ejército.
Una vez más su amor hizo que el duro corazón del Rey se ablandara.


Ester aunque temerosa por lo arriesgado de su acción invitó al Rey y a su mano derecha, Amán a un banquete para explicar el porqué de su entrada.
Aquí vemos como tras lo valiente que ha sido al enfrentarse a toda la Corte ella sola, sigue siendo cauta y no se apresura en decir que le atormenta, sino que se muestra segura y decidida.
No solo se celebró un banquete sino que la reina Ester invitó a un segundo banquete para decirle su petición al Rey.

Finalmente confesó su deseo al Rey, a su esposo, le contó de donde procedía su familia, sus raíces judías y le rogó que anulara la sentencia de muerte, porque ella también estaría condenada a morir.

Fue capaz de arriesgar todo lo que había conseguido para no dar la espalda a su pueblo. Su humildad era tan grande que por encima de todas las riquezas y posiciones sociales estaba su familia, incluso por encima del amor a su esposo.

Es un símbolo de coraje, de sencillez, de belleza, supo asumir el camino que Dios tenía para ella, supo callar y esperar el momento oportuno, supo enfrentarse cuando debía hacerlo y sobre todo supo ser fiel así misma y a Dios.

No hace falta decir que finalmente el Rey anuló la sentencia de muerte y condenó a Amán a la horca por haberle embaucado contra los judíos, y posicionó a Mardoqueo como su nueva mano derecha.

Espero que el ejemplo de esta impresionante mujer os haya llenado tanto como a mí, creo que la mejor enseñanza que puedo sacar de esta historia es como una sola persona puede llegar a cambiar la historia de la humanidad con un pequeño paso.





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